La nueva vecindad

Publicado en agosto 26, 2020 6:44 pm

Muchas cosas nos está dejando la pandemia, y más aún cuando hablamos de las relaciones sociales. Nos dimos cuenta de la importancia de vivir en sociedad y en comunidad. Durante todos los meses de cuarentena, los vecinos se asomaban a las ventanas o a sus balcones y por fuerza de la cercanía hablaban de un piso a otro.

Desde LaComunidad.Co podríamos hablar de un tipo de renacimiento vecinal que podría asomarse como una consecuencia positiva ante la vertiginosa pandemia. Quizás la ausencia de mucho por hacer o vivir encerrados nos ha sacado de una cápsula que nos obligó a recuperar el vecino de arriba, de abajo, de al lado y al frente.

En cierta medida podríamos decir que el confinamiento civilizó a la vecindad. Hemos ganado una paciencia inesperada con aquellos que antes era un “hola” o incluso “nada”. Antes pasábamos más tiempo en las oficinas que en el barrio y al regresar a casa tarde nos guardábamos con los nuestros. La vecindad es el espacio de los buenos días, del disfrute de encontrarnos y de la convivencia, también es donde los problemas se resuelven entre varios y donde el bienestar de uno, es la alegría de todos. ¿Cómo se encuentra tu barrio hoy?

El confinamiento nos recordó a muchos, que nuestros barrios están llenos de historias comunes, donde se comparten esfuerzos para construir un mejor un lugar para vivir. Nos recordó la importancia de la fraternidad que nos permite atravesar cada día con más fuerza y esperanza. Para eso sirven las redes de la vida en comunidad.

¿Será posible seguir conservando esta forma mínima de resocialización? La vecindad es eso que ocurre cuando salimos de nuestros paraísos de seguridad para encontrarnos con el otro y convivir.

Ojalá hiciéramos pasos para construir una vida en comunidad, si por un instante nos preocupan los problemas del otro, si nos dispusieramos a pedir ayuda al vecino cuando tenemos una dificultad, si pensáramos por un instante que tenemos más cosas en común de las que creemos e hiciéramos un pequeño esfuerzo por ponerlas al servicio de la convivencia, si copiamos de nuestros ancestros el amor por el vecino, ¿no creen que estaríamos construyendo una ciudad o un barrio más amable?

Es importante preguntarnos lo siguiente: ¿Conocemos lo suficiente a nuestros vecinos como para darnos cuenta de si en la casa de al lado sucede algo horrible o si son suficientemente confiables como para pedirles ayuda ante el peligro?

Ese amor por el otro, por su bien deberíamos de conservarlo en el tiempo